Por Jorge Carriles
No hay duda. Perder es doloroso. Ah, pero ganar … ganar es precioso. Y ganar un juego de fútbol americano, con su esfuerzo físico y su intensidad mental es como una caminata lunar. Las lesiones leves se olvidan, y siendo un juego tan agresivo es sorprendente el amor que genera. Cuando se gana hay que beber todo el vaso de alguna manera hasta que se seque, porque se sabe que tarde o temprano, tal vez la próxima semana, se estará del otro lado en el resultado.
El atleta aprende a vivir con la victoria y con la derrota. El fútbol americano nos proporciona resultados claros: puntos, yardas, fumbles, intercepciones. El marcador se puede leer a todo color. Es honesto. El fútbol americano necesita ganadores y perdedores.
El atleta aprende a vivir con la victoria y con la derrota. El fútbol americano nos proporciona resultados claros: puntos, yardas, fumbles, intercepciones. El marcador se puede leer a todo color. Es honesto. El fútbol americano necesita ganadores y perdedores.
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Imagen subida por Rafael Frias, tomada de http://blogs.indystar.com/varvelblog/02092007.jpg
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