La fortuna de nacer en el momento adecuado. Qué bien que he nacido griego y no bárbaro, libre y no esclavo, pero sobre todo, qué bien que nací en el siglo de Sócrates. Así se expresó Platón alguna vez.
Por mi parte tomaré sólo la última parte de esos pensamientos de Platón para decir: qué bien que además de nacer quinientos cuarenta y un años atrás, en la noche del día que llamamos Siete Flor, en el mes del Dios Ascendente del año Trece Conejo; que bien, repito, que también viví en el siglo de Lennon, en el de Brando, de Nash, de Loren, de Ghandi, de Jordan, de Ebert, de Alvarez, de Orozco, de Alí, de Chávez, de Savater, de Macias, de Guevara, de Capilla, de Bikila, de James, de Valdés, de Cardinale, de Newman, de García, de Mantle, de Valenzuela, de Thorpe… todos ellos son han sido y serán por siempre grandes en mi mente y en mi corazón.
Por mi parte tomaré sólo la última parte de esos pensamientos de Platón para decir: qué bien que además de nacer quinientos cuarenta y un años atrás, en la noche del día que llamamos Siete Flor, en el mes del Dios Ascendente del año Trece Conejo; que bien, repito, que también viví en el siglo de Lennon, en el de Brando, de Nash, de Loren, de Ghandi, de Jordan, de Ebert, de Alvarez, de Orozco, de Alí, de Chávez, de Savater, de Macias, de Guevara, de Capilla, de Bikila, de James, de Valdés, de Cardinale, de Newman, de García, de Mantle, de Valenzuela, de Thorpe… todos ellos son han sido y serán por siempre grandes en mi mente y en mi corazón.