El hombre Light es un hombre relativamente bien informado, pero con escasa educación humana, muy entregado al pragmatismo por una parte, y a bastantes tópicos por otra. Todo le interesa pero a nivel superficial; no es capaz de hacer la síntesis de aquello que percibe, y en consecuencia se ha ido convirtiendo en un sujeto trivial, ligero, frívolo, que lo acepta todo, pero que carece de criterios sólidos en su conducta. Todo en él se torna etéreo, leve, volátil, banal, permisivo. Este hombre Light ha visto tantos cambios, tan rápidos y en tiempo tan corto, que empieza a no saber a qué atenerse o, lo que es lo mismo, hace suyas las afirmaciones como “todo vale”, “qué más da” o “las cosas han cambiado”.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario