viernes, 18 de enero de 2008

Mixtli 8

Por Jorge Carriles


Entre todos los alimentos sabrosos que entonces se vendían en Tenochtitlan sobresalía la nieve. Era traída desde diez carreras largas sobre la cumbre del Iztaccihuatl por relevos de mensajeros veloces corriendo a través del frío de la noche. El nevero la conservaba en un recipiente de barro y utilizaba la sal por el exterior del mismo que hacía trabajar mediante un movimiento circular de sus brazos.


Cuando le comprábamos la nieve contaba con cuidado las semillas de cacao. Era muy desconfiado. El sabía que desde entonces algunos mexicas han sido tramposos y poco dignos de nuestro linaje, incluyendo muy recientemente a Madraxtli.

_______________________________________________________

No hay comentarios: